Día 1

La chica llevaba puesto un pulóver rosa con unas calzas blancas. Se imaginó que la Pantera Rosa venía hacia él y se abalanzó sobre ella. Quería tocar esa piel rosa suave y delicada que lo contenía de la violencia de afuera; en dos segundos había vuelto a la niñez. Pero los gritos desaforados abofetearon sus oídos. No pudo controlar sus manos que amarraron el cuello de la gallina y lo quebraron.