Día 10

Escucha los ruidos de los vidrios rotos; primero le llega como incorporados a su sueño, pero cuando los restos caen al suelo reconoce que está despierto. Sabe que no cuenta con mucho tiempo; extiende su mano hacia la mesa de luz. Percibe los movimientos del otro lado de la puerta; cuando se abre, el fogonazo cruza la oscuridad y logra ver un rostro.